RELATO CURSO DE RANDONÉE ANDESGEAR PARA EL DAV
Un grupo de 5 personas DAV (Macarena Herrera, Ricardo González, Beatriz Román, Pablo Villalobos y yo) hemos participado este invierno de 2011 en un curso de esquí de randonée dictado por Andesgear en exclusiva para el DAV.
RELATO CURSO DE RANDONÉE ANDESGEAR PARA EL DAV
Un grupo de 5 personas vinculadas al DAV (Macarena Herrera, Ricardo González, Beatriz Román, Pablo Villalobos y yo) hemos participado este invierno de 2011 en un curso de esquí de randonée dictado por Andesgear en exclusiva para el DAV.
El curso incluía todo el equipo específico (esquíes, pieles, botas, arvas, palas y sondas) y hemos de decir que el equipo que se nos pasó era nuevo a estrenar y de una calidad excepcional!! De hecho, cuando nos vió Fritz en el Refugio Suizo comentó que el equipo era muy profesional, demasiado bueno para nosotros jajaja.
El curso consistió de una clase teórica y cuatro días de práctica.
En la clase teórica el instructor y guía de esquí Carlos Liendo, explicó todo sobre vestimenta, equipo y normas de seguridad. Acá hay un vídeo que explica lo que es el esquí de randonée, donde se muestran imágenes de la que fue nuestra clase.
Carlos Liendo trabaja desde hace muchos años en Portillo y también ha trabajado en Estados Unidos y Argentina. Carlos dió dos de las cuatro clases prácticas. Las otras dos estuvieron a cargo de Martín Lebert y “Fito”, ambos conocidos instructores y guías de esquí de Portillo y La Parva, con años de experiencia. Prácticamente los tres profes han pasado casi toda su vida en la nieve!! Fito además está a cargo del esquí fuera de pista en La Parva y andaba con una tabla de snowboard que se separa y se convierte en dos esquíes para subir, que era admirada y envidiada por todos los esquiadores con quienes nos cruzamos. Los tres profesores son excepcionales esquiadores e instructores, con mucha facilidad y paciencia para transmitir sus conocimientos incluso a un grupo de niveles tan heterogéneos como resultó ser el nuestro. Me llamó la atención que además, ¡¡¡los tres son escaladores en roca!!! ¿¿Habrá alguna relación con el esquí además de la pasión por la adrenalina y la montaña??
En las clases prácticas aprendimos las técnicas para la práctica de este deporte, con el fin de que después del curso podamos realizarlo de manera segura y entretenida, en montañas a nuestro nivel, y que resultemos “invitables” para la gente que ya lo practica en nuestro club.
El primer día, en Lagunillas, ascendimos por pendientes suaves, practicando la subida con pieles bajo los esquíes, haciendo zetas y dando las famosas “vueltas María”. Al terminar la subida, estuvimos practicando búsqueda bajo la nieve con el arva y la sonda. Después bajamos. Los más avanzados lo hicieron siempre fuera de pista y los menos íbamos buscando las pistas y las tomamos en cuanto pudimos!!. Nos sorprendió lo difícil que es esquiar fuera de pista. Sabíamos que era más difícil pero no pensábamos que tanto. La nueve más blanda e irregular y los esquíes y las botas más livianos y flexibles, para poder caminar, hacen que controlar los esquíes tome más tiempo y sea más difícil. En fin, nada que hacer, salvo practicar y acostumbrarse.
El segundo día, en La Parva, subimos fuera de pista desde el auto en el pueblo hasta el Portezuelo Franciscano, nos mandamos una tremenda ascensión pero mucho más rápida que caminando o incluso con raquetas. Aquí fue donde empezamos a valorar lo que aporta el esquí de randonée para el montañismo invernal, permitiéndote llegar rápido y lejos a lugares donde sería difícil acceder de otra forma debido a la cantidad de nieve. Antes del curso, yo pensaba que el rando sólo era útil para la bajada, pero en verdad en la subida también se ahorra harto tiempo y energías, lo que te permite avanzar más incluso con bastante pendiente. Una vez arriba, hicimos otra práctica de búsqueda bajo la nieve, ahora mucho más honda, con el arva, la sonda y la pala. Este ejercicio nos daba un poco de lata a los alumnos, porque nos quedábamos fríos, pero los profes dicen que es muy importante y que hay que saber hacerlo bien y rápido en caso que una avalancha sepulte a un compañero. También aprendimos sobre nieve y cómo hacer el caso de que te pille una avalancha. Después bajamos. De nuevo, los más avanzados lo hicieron siempre fuera de pista y los menos íbamos buscando las pistas y las tomamos en cuanto pudimos!!
Como buenos andinistas, el grupo no tenía problemas para subir empinadas pendientes, pero a algunos se nos hacía muy duro bajar esquiando y no rodando o caminando con los esquíes al hombro. En este punto, los profes, que en principio pensaban acabar el curso subiendo (y bajando) un cerro como el Unión o el Manchón, indicaron que a la mayoría de los alumnos nos faltaba nivel de esquí para eso, así que decidieron que la tercera clase sería sólo de esquí. De esta forma, la tercera clase fue en Valle Nevado, donde pudimos aprovechar del convenio con el DAV y ahorrarnos unas buenas luquitas en el ticket. Esquiamos en pista pero con los equipos de randonée, para dominarlos. Y resultó, porque al final del día varios sentimos que habíamos progresado bastante.
En efecto, 3 de los 5 no teníamos un gran nivel de esquí, justamente porque, como buenos andinistas, nos gusta disfrutar de la montaña en solitario, lejos de la farándula, las filas y el ajetreo de los centros de esquí. Justamente por eso no habíamos practicado mucho antes y nos interesamos por el esquí de randonée. Pero los profes nos convencieron de que tenemos que esquiar más en los centros para mejorar el nivel, considerándolo sólo como una inversión, ya que de otra forma nuestros randonées serían limitados a valles suaves, mientras que mejorando el esquí se pueden ascender cerros como el Unión, el Manchón, el San José, el Marmolejo u otros como incluso el Morado.
El último día, al que lamentablemente sólo asistimos Maca y yo, fue el más “power”. Compramos el ticket de andinista DAV en La Parva, y por sólo 6.500 pesos subimos en andarivel hasta el Portezuelo Franciscano. Si bien el plan inicial era ir por las laderas bajas de la Parva y del Pintor, hacia Piedra Numerada, dado que el taco para subir nos había retrasado bastante y teníamos menos tiempo, el profe decidió que subiéramos y bajáramos la Falsa Parva así que le dimos p’arriba con fuerza, siguiendo la huella de unos austríacos que nos precedían. En principio yo dije, “venga, habrá que hacerlo” pero ya en el medio y sobre todo llegando arriba, yo no me atrevía a bajar a pesar de que el profe me decía que era el lugar donde había más nieve, que no había como golpearse con piedras y que la pendiente la podía disminuir con muchas zetas o mejor eses. Yo de sólo imaginarme virando en esa pendiente para hacer las zzz o las ssss, me ponía a temblar, y por Barros Negros había piedras, así que continuamos caminando en rando hacia el C° La Parva y bajamos por ahí, algo más suave pero ni tanto!!! La Maca bajó genial todo, como una campeona, y yo una pequeña parte a pata y el resto me envalentoné y le dí para abajo. Se me enterraban los esquíes en la nieve blanda y me caí 3 veces, llegué abajo con los trutros molidos de tanto frenarme (me daba susto tomar mucha velocidad) pero muy contenta de haberme atrevido. Estaba contemplando la huella de mis lindas eses en la pendiente cuando veo que el profe se tira todo derecho y en unos breves segundos está a nuestro lado jajaja. Luego teníamos que volver a caminar para arriba y para abajo para volver al Portezuelo (lo que nos habríamos ahorrado de haber bajado por la Falsa Parva, pero, en fin, lo asumimos con dignidad). De ahí bajamos cómodamente por las pistas, notando cómo progresamos en estos días, para llegar abajo muy contentas. Durante el largo taco de regreso a Santiago aprovechamos para descansar y comentar nuestras aventuras con unos lindos autoestopistas que recogimos y que resultaron ser amigos de nuestro profe.
Esta mañana, al devolver el equipo a la Maca para que lo entregue a Andesgear, no pude menos que emocionarme y esbozar una gran sonrisa.
En efecto el rando te ofrece nuevas posibilidades de subir cerros con nieve. Recorrer la montaña arriba de unos esquíes es más rápido y menos cansador que hacerlo caminando o con raquetas. Además, deslizarse ofrece otras sensaciones y perspectivas. Espero que podamos aprovechar este mundo del montañismo invernal que se nos ha abierto con el rando, que lo sigamos practicando y que armemos grupos con la gente del DAV más experta, ahora que somos “invitables”!!
Las fotos son todas de Macarena Herrera, y corresponden a los días 1 y 2, ya que el 3 y 4 estábamos concentrados en esquiar!!